14 Vio Judas que Báquides y sus mejores tropas se encontraban en la
parte derecha; se unieron a él los más esforzados,
15 y derrotaron al ala derecha y la persiguieron hasta los montes de
Azara.
16 Pero el ala izquierda, al ver derrotada el ala derecha, se volvió
sobre los pasos de Judas y los suyos, por detrás.
17 La lucha se encarnizó y cayeron muchos de uno y otro bando.
18 Judas cayó y los demás huyeron.
19 Jonatán y Simón tomaron a su hermano Judas y le dieron sepultura
en el sepulcro de sus padres en Modín.
20 Todo Israel le lloró, hizo gran duelo por él y muchos días
estuvieron repitiendo esta lamentación:
21 «¡Cómo ha caído el héroe que salvaba a Israel!»
22 Las demás empresas de Judas, sus guerras, proezas que realizó,
ocasiones en que alcanzó gloria, fueron demasiado numerosas para ser
escritas.
23 Con la muerte de Judas asomaron los sin ley por todo el territorio
de Israel y levantaron cabeza todos los que obraban la iniquidad.
24 Hubo entonces un hambre extrema y el país se pasó a ellos.
25 Báquides escogió hombres impíos y los puso al frente del país.
26 Se dieron éstos a buscar con toda su suerte de pesquisas a los
amigos de Judas y los llevaban a Báquides, que les castigaba y escarnecía.
27 Tribulación tan grande no sufrió Israel desde los tiempos en que
dejaron de aparecer profetas.
28 Entonces todos los amigos de Judas se reunieron y dijeron a
Jonatán:
29 «Desde la muerte de tu hermano Judas no tenemos un hombre
semejante a él que salga y vaya contra los enemigos, contra
Báquides y
contra los que odian a nuestra nación.
30 Por eso, te elegimos hoy a ti para que, ocupando el lugar de tu
hermano, seas nuestro jefe y guía en la lucha que sostenemos.»
31 En aquel momento Jonatán tomó el mando como sucesor de su
hermano Judas.
32 Al enterarse Báquides trataba de hacer morir a Jonatán.
33 Pero Jonatán lo supo y su hermano Simón y todos sus partidarios y
huyeron al desierto de Técoa, donde establecieron su campamento junto a
las aguas de la cisterna de Asfar.